Para conseguir la supervivencia física, la mente lo juzga todo en términos absolutos.
Catalogamos las situaciones como agradables o desagradables, las personas de buenas o malas, los objetos como bellos o feos, etc.
Todo lo ponemos en relación con nuestras experiencias pasadas y nuestras creencias para clasificarlo y, a partir de ahí, aceptarlo o rechazarlo.
Cada vez que mentalmente RECHAZAMOS algo, surge una emoción negativa; ira, miedo, tristeza, etc.
Cuando mantenemos de forma prolongada ese rechazo surge la Ansiedad o la Depresión.